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Implantes Dentales

martes, 2 de agosto de 2011

BRUXISMO

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales. El bruxismo afecta entre un 10% y un 20% de la población y puede conllevar a dolor de cabeza y músculos de la mandíbula, cuello y oído. Una forma de tratar este hábito es con terapias antiestrés.

Existen 2 tipos de bruxismo: céntrico y excéntrico; y puede ser nocturno y diurno, por lo general, el paciente bruxómano nocturno no es consciente del problema, y los datos de esta parasomnia proceden de los compañeros de cama o habitación alarmados por el ruido de los dientes, y también de los dentistas que observan la destrucción del esmalte y la dentina.

El bruxismo o bruxomania afecta a adultos o niños y a ambos sexos por igual aunque la edad más frecuente de inicio está entre los 17 y los 20 años, y la remisión espontánea se suele producir después de los 40 años de edad en los casos de bruxismo crónico, aunque puede desaparecer por sí solo en cualquier momento de la vida.
El bruxismo diurno suele ser más apretador que rechinador, el bruxismo nocturno puede ser de ambas formas: en algún momento del día, ya sea por el trabajo o por cualquier otra causa, se ha cogido el hábito de apretar con los dientes al mismo tiempo.

De acuerdo a su agresividad y establecimiento en el paciente y para un mejor diagnóstico y tratamiento podemos clasificar los hábitos (bruxismo en cualquiera de sus formas, succión de dedo, labio o carrillo y onicofagia) de la siguiente manera:

Grado I (Hábito Incipiente): La presentación no es agresiva, su reproducción es por un corto periodo de tiempo y a veces de forma ocasional, aunque puede ser inconsciente para el paciente, es reversible ya que aparece y se desvanece por sí solo, puede desaparecer cuando el sujeto lo hace consciente, puede estar condicionado a factores locales dentro de la boca, que al ser detectados y eliminados con prontitud permiten la prevención y eliminación del mismo. La ansiedad puede estar ausente en el paciente.

Grado II (Hábito Establecido): En este grado la ansiedad ya se encuentra presente, la reproducción está condicionada a los factores facilitadores, la presentación es inconsciente para el paciente y desaparece cuando el sujeto lo vuelve consciente, en esta etapa pueden encontrarse presente lesiones en las estructuras dentofaciales por lo que se requiere de un tratamiento integral para asegurar su eliminación. El hábito grado II puede ser reversible.

Grado III (Hábito Poderoso): La reproducción es constante hasta dentro del entorno familiar y social por incorporación del paciente. La presentación se encuentra fortalecida y bien establecida, es excesiva e irresistible para el sujeto que la padece aun siendo consciente. Las lesiones en las estructuras dentofaciales son de considerable magnitud y en algunos casos las lesiones son permanentes. El hábito poderoso es de difícil manejo y los resultados del tratamiento son insatisfactorios, por lo que se requiere de mayor atención y dedicación en el desarrollo de técnicas por parte del dentista que las implementa.


Etiología

El origen del bruxismo puede ser local, es decir, intrabucal con desencadenantes que suelen ser producto de un estado de ansiedad. La ansiedad o ansia es un estado de agitación o inquietud emocional. Adicionalmente se han estudiado factores genéticos y asociaciones con otras patologías como las alergias. Dado que la negación del paciente ante un estado de estrés es muy característica y el cuadro clínico puede ser asintomático, el odontólogo debe ser muy acucioso para identificar el estado de ansiedad presente y para determinar el tratamiento a implementar.

Las hipótesis en cuanto a la fisiopatología sugieren un papel coadyuvante de las alteraciones dentarias, por ejemplo la maloclusión, y de mecanismos nerviosos centrales además de problemas musculares. Los factores psicológicos también pueden desempeñar un papel en el sentido de que las tensiones exacerban este trastorno.
En el bruxismo el apretamiento (bruxismo céntrico) o frotamiento (bruxismo excéntrico) suele ser agresivo, repetitivo o continuo, de día (diurno) o de noche (nocturno), afecta a adultos o niños y a ambos sexos por igual. La bricomanía o apretamiento es el cierre continuo o intermitente de los maxilares bajo presión vertical, el frotamiento o rechinamiento es una excursión repetitiva en sentido horizontal.

La bricomanía es un movimiento parafuncional. Es un contacto dentario distinto de los de la masticación y deglución. Cuando el diagnóstico es establecido durante un examen dental y si en estos enfermos las lesiones suelen ser mínimas o imperceptibles, no está indicado ningún tratamiento local sino más bien se establece la atención a los trastornos de ansiedad.

Parece ser que el bruxismo nocturno puede llegar a aparecer en los momentos en los que el paciente realiza movimientos de su cuerpo o extremidades, notándose una tensión generalizada y más acusada en aquellas partes del cuerpo que en ese momento del sueño se activan. Si el paciente duerme en esos momentos con alguien, esta persona puede sentir cómo el bruxista al moverse le golpea y/o desplaza al mover sus piernas o brazos y cómo al mismo tiempo hace el característico rechinar de dientes.


Diagnóstico

El origen local es multifactorial, hay tres teorías que intentan explicarlo: la teoría miooclusal, la psicológica y la teoría del modelo central. En la actualidad no hay un consenso en su etiología pero, se pueden mencionar como factores: el estrés, la ansiedad, la depresión además de la mala postura corporal.

El bruxismo es inconsciente hasta que se hace del conocimiento del paciente, el primero en detectarlo es el dentista al observar el desgaste exagerado de los dientes (facetas) en áreas funcionales y desgaste moderado en áreas no funcionales, ensanchamiento de las zonas oclusales y reducción de la dimensión vertical de la cara, en ocasiones son los familiares quienes ponen en alerta al paciente pues de silencioso se vuelve sonoro y molesto.

Al principio el paciente “juega” con el contacto dentario sin fuerza ni contracción, sin embargo bajo un estado de tensión emocional se produce una mayor presión sobrepasando el umbral de los receptores periodontales a la presión y el paciente ya no está consciente y los músculos ya no se relajan. Es difícil obtener un diagnóstico sin el interrogatorio testimonial si el paciente desconoce el problema por lo que se pide ayuda de los familiares para verificar la situación, se les pide que durante el sueño profundo del paciente intenten abrir la boca tomándolo con los dedos índice y pulgar por la barbilla intentando separar los dientes, en estado normal de reposo se abrirá la boca satisfactoriamente, en el caso contrario, un estado de tensión, se tornará difícil separar los mismos.


Tratamiento

El tratamiento está relacionado con el riesgo de lesión dentaria y su posible afección muscular. En los casos más graves, es necesaria la colocación de una protección dental de resina o plástico, conocida como férula de descarga, para impedir la lesión permanente y afección de los dientes. Además la férula de descarga, desde sus primeros días de su uso, elimina el dolor de mandíbula, de cabeza o de oídos, así como otras molestias que puedan haber aparecido debidas al desgaste de la musculatura de la mandíbula e incluso sin el uso de la férula se pueden llegar a tener mareos debido a la gran presión ejercida sobre la mandíbula. Es de fundamental importancia diagnóstica establecer la etiología del bruxismo la cual es emocional, por tanto el tratamiento fundamental además del odontológico será el psicológico. Infinidad de pacientes con mas de 8 años de bruxismo que no han respondido a ansiolíticos, deporte, y demás terapias de orden de las medicinas alternativas o naturistas se sugiere la pronta intervención psicológica o iniciar psicoterapia psicoanalítica. Debido a que el Psicoanálisis es la terapia ante los casos de somatización y conversión esto funge con gran importancia al odontólogo actualizado que hoy en día trabaja en forma interdisciplinaria y en equipo donde el paciente es atendido a múltiples niveles para lograr los objetivos de la Organización Mundial de la Salud como un equilibrio físico, mental y social del individuo.


Férulas oclusales

La férula o guarda oclusal trata el síntoma y no la causa. Es el tratamiento por tradición y más comúnmente implementado por los odontólogos generales. El paciente la utiliza de día (diurno), de noche (nocturno) o todo el día en los casos de bricomanía intensa. Puede ser confeccionada de acrílico o de un material más liviano como la silicona. Las férulas confeccionadas con acrílico son económicas y complejas de realizar por la diversidad de pasos y el uso de laboratorio para su recorte y pulido, son incomodas para el paciente y muy rígidas para producir un contrapeso al frotamiento excesivo. Las férulas de silicona son livianas, dóciles y cómodas para quien la usa; durante el frotamiento se reduce la fuerza de contacto entre la férula y los dientes.
Aunque su costo es relativamente mayor, son más fáciles de confeccionar una vez se disponga del equipo apropiado para su manufactura. Es importante señalar que las férulas o guardas oclusales no eliminan el bruxismo, su función en el tratamiento es de evitar el contacto brusco entre las estructuras dentales, desprogramar la articulación temporomandibular para un ajuste de la oclusión acompañado de una posterior programación propioceptiva, reducir la afección de los músculos masticatorios (míorelajante) y otras querencias. La suspensión del rechinamiento cuando un paciente utiliza una guarda oclusal podrá deberse a la reducción o eliminación espontánea de su estado de ansiedad o por que el hábito en el paciente no era poderoso sino más bien temporal y no por la férula misma.


Fitoterapia

No se conoce ningún tratamiento farmacológico eficaz. Como ya se dijo el origen del bruxismo puede ser diverso, pero el desencadenante al igual que el hábito de succión de dedo será siempre un estado de ansiedad y el único tratamiento no medicamentoso para la ansiedad es la relajación. Cuando el paciente se encuentra en un estado de estrés experimenta ansiedad y nerviosismo originando un estado somático de tensión de la musculatura corporal que se hace generalizada. La tensión muscular acumulada es liberada a través de muchos medios y uno de ellos -el que nos interesa- es el frotamiento o apretamiento de los dientes.
La fitoterapia ha indicado el uso del espino albar para aliviar la ansiedad y conciliar el sueño. La valeriana y la hierba de San Juan han sido administradas igualmente para trastornos de estrés y depresivos.


Relajación

En algunas personas, sólo la relajación —incluyendo biorretroalimentación, autohipnosis y otras terapias alternativas— y la modificación de comportamientos diurnos son suficientes para reducir el bruxismo nocturno. Se suele implementar la relajación de la musculatura corporal como alternativa viable para la reducción y eliminación de los estados de nerviosismo, estrés y ansiedad causales del bruxismo, del hábito de succión de dedo y de la onicofágia.

Otros métodos para producir un relajamiento corporal; aromaterapia, implementación de elementos visuales o auditivos como música clásica, sonidos de pájaros o naturaleza, técnicas orientales como el yoga o hasta observar el ir y venir de peces en una pecera se utilizan para un resultado exitoso.

En el tratamiento de los hábitos perniciosos tanto en adultos como en niños el dentista podrá implementar la técnica que considere adecuada o realizar una combinación de ellas, deberá lograr el relajamiento de cada uno de los músculos de todo el cuerpo, desde los músculos de la cabeza y frente hasta los pies, principalmente en los músculos de la frente, cuello y espalda pues en estas áreas es donde más se acumula la tensión.

La Importancia de la Odontología Preventiva




El cuidado de la salud bucal debe empezar a edades muy tempranas, con la finalidad de combatir dos enfermedades bucales muy comunes y que pueden dejar secuelas de por vida: caries y enfermedades periodontales.


Conociendo que los factores que provocan estas enfermedades son multifactoriales, debemos tener en cuenta que la causa principal de estos padecimientos es la placa dental o placa microbiana, por lo cual debemos evitar su presencia, ayudando y motivando a nuestros hijos a realizar una higiene bucal diaria de una forma responsable para lograr su eliminación.
En niños muy pequeños en los que ya han empezado a salir sus dientitos, podemos utilizar una tela o gasa la cual se enreda en el dedo índice y se frotan las superficies de estos dientes para limpiarlos y así eliminar la placa dental de éstos.
 
También puede utilizar cepillos especiales para esta etapa, que ya se encuentran disponibles en el mercado. El hilo dental, es otro elemento importante en nuestra higiene bucal diaria, éste nos ayuda a eliminar la placa entre diente y diente en donde el cepillo no puede llegar.
Sobre los dentífricos podemos mencionar que los encontramos en forma de pastas, geles y polvos, con diferente color y sabor para hacerlos más atractivos a los niños.

En la medida que tanto los padres como el odontopediatra puedan motivar a los niños sobre la importancia del cuidado de la salud bucal, se tendrá una población juvenil o adulta más comprometida con la prevención de enfermedades bucodentales.